
Este artículo explica cómo las salas de escape son herramientas efectivas para el ‘team building’, ya que promueven la colaboración, mejoran la comunicación y permiten a los líderes identificar fortalezas y debilidades del equipo. Estas actividades, diseñadas para grupos pequeños, requieren trabajo conjunto para resolver desafíos en tiempo limitado, desarrollando habilidades intelectuales y colectivas. Además, son inclusivas y permiten que jefes y empleados se relacionen en un entorno diferente, mejorando la dinámica laboral en solo una hora de actividad.